La historia es real, tan real como lo que sucede a diario en nuestro país: el secuestro de una persona que durante su encierro y la etapa de negociación vive una tortura física y mental.
Lázaro (Kuno Becker) vive meses encerrado en cuarto de 3 por 1.50 metros y se las idea por mantenerse fuerte, sano y con fe, contando solamente con un excusado, un colchón y cuatro paredes blancas que lo ayudan a volar (metafóricamente hablando).
¿Puede el ser humano mantenerse sano física y mentalmente en un ambiente hostil? Lázaro lo demostró.
Espacio Interior representa, desde mi punto de vista, el proceso de transformación del cine mexicano.
No se trata de una película de narcos ni mucho menos se centra en el perfil del delincuente: Espacio Interior se enfoca en la mente de la víctima y su catarsis por mantenerse vivo, a pesar de que sabe que la desgracia lo arropa.
La película es dirigida por Kai Parlange y protagonizada, además de Kuno Becker, por Ana Serradilla, Gerardo Taracena, Hernán Mendoza, entre otros.
Poblanos, al final de la película se sorprenderán...
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