viernes, 15 de noviembre de 2013

Carrie: Nunca hay que burlarse de nadie.


Carrie es una adolescente que, atormentada por las frustraciones y temores de su madre y por la burla de sus compañeros de preparatoria, cometió un asesinato múltiple.

La joven, de tez clara, tímida y de belleza diferente, decidió matar a sus colegas de salón de clases después de que un grupo de estos se burló de ella, sin embargo, no se dieron cuenta de que era la chica equivocada.

El escenario de su delito fue la escuela en donde estudiaba y en donde aquella noche se celebraba la fiesta de graduación.

Basada en la primera novela del estadounidense Stephen King, publicada en 1974, Carrie regresa a la pantalla grande encarnada por la actriz revelación Chloë Grace Moretz, quien despuntó por su papel de Hit Girl en Kick Ass, el héroe sin súper poderes.

Carrie, que ha sido llevada al cine en varias ocasiones, representa un reto tanto para el espectador como para la actriz que tiene el papel de interpretarla, pues se debe de entender la actitud de una mujer joven que, por sus tormentos y por su constante sufrimiento a la burla, se venga de sus enemigos usando poderes quinestésicos.

En la década de los 70's la película causó expectación entre el público de aquella época por retar la ciencia ficción y mostrar a una chica con mirada perdida y actitud demente que levantaba objetos con tan solo mirarlos.

En el 2013 la historia sufre un cambio, pero para bien.

En esta oportunidad la película se ve favorecida por los efectos especiales y los adelantos tecnológicos, los cuales le dan un plus creíble y por demás espeluznante.

Chloë presenta a una Carrie tímida, callada, temerosa pero al mismo tiempo valiente y harta de su madre, una mujer que, en la piel de Julianne Moore, se gana la atención de los cinéfilos al recrear a una fanática de la religión.

Personalmente ésta era una de las películas que más esperaba en el año, después de Los Juegos del Hambre y del Hobbit.

La nueva versión no me decepcionó en lo absoluto, al contrario, me hizo olvidar la primera edición de ésta, pero acepto que no debe de haber comparación, pues ambas lograron obras magistrales con los recursos que en su momento existían.

Estoy casi seguro de que Carrie será favorita a una nominación al Óscar, quizás no por Mejor Película o Mejor Actriz, sino por Mejor Actriz de Reparto, con Julianne Moore, quien en su papel de Margaret White, está más que excelente.

PD. Mi próxima crítica será sobre Los Juegos del Hambre, una segunda parte que es mejor que la primera.


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