Quien haya visto Divergente y se atreva a compararla con Los Juegos del Hambre cometerá un error.
Ambas películas tienen similitudes, principalmente por sus protagonistas femeninas, pero las dos ofrecen al espectador historias futuristas con emociones diferentes.
Divergente, protagonizada por Sahilene Woodley, Theo James y Kate Winslet, recién llegó a México con la promesa de convertirse en la principal rival de la vida de Katniss Everden, personificada por la bella y talentosa Jennifer Lawrence, y estoy seguro de que así será, pues está compuesta de una historia de aventuras y de amor que a muchos simpatizará.
Me declaró admirador de Los Juegos del Hambre, pero al presenciar Divergente no la odié ni la comparé, sino que la disfruté por representar una vida de decisiones encontradas y de lucha por sobrevivir.
Divergente relata la vida de Beatriz, quien se mueve en un mundo en el que se tiene que elegir para seguir adelante, se debe de escoger entre facciones que te separan de tu familia para encontrarte contigo mismo y poder formar una pieza más del rompecabezas.
La autora de la historia, Verónica Roth, con sus apenas 25 años, creó una trilogía excelente, tal y como lo hizo Suzanne Collins, compuesta por Divergente, Insurgente y Leal.
Divergente tiene pasión, aventura, miedo, egoísmo y rebeldía, emociones evocadas por Los Juegos del Hambre, pero ofrece una trama distinta a la que vive Katniss Everdeen, quien escoge al corazón para sobrevivir.
Beatriz elige sus deseos para escapar de un mundo derrumbado y al mismo tiempo anhelado.
Sin duda Divergente es una película apasionante, una historia que amaremos muchos por la excelente representación que ofrece de una literatura contemporánea.
Solamente un consejo: No Comparen, porque no son copias.
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